EBOOK | AGILE LEADERSHIP

En sus investigaciones, Bill Joiner ha descubierto que aquellos líderes que tienen más éxito en entornos organizativos disruptivos muestran 4 competencias que se refuerzan mutuamente

Agilidad de contexto

Hace referencia a la capacidad para elevarse y “escanear” un entorno organizativo ajeno al habitual del directivo, identificar pautas nuevas que representen oportunidades y “encuadrarlas” como iniciativas de transformación que permiten alcanzar unos resultados.

Es el equivalente mental de “abrir el gran angular”, desarrollando una calidad de atención a un nuevo contexto que sobrepasa el marco de lo conocido. Al hacerlo, crear una nueva conciencia situacional y saber integrarla en el ámbito de actuación de nuestra organización. Generando un sentido de propósito nuevo que conecta con las necesidades del conjunto de actores involucrados.

Hemos visto cómo la Sofía catalizadora se orientaba a objetivos de rentabilidad y liderazgo para los que María la había contratado, pero iba “más allá” desarrollando una visión de una empresa digital y una cultura ágil.

Agilidad relacional

La capacidad para identificar e integrar el conjunto de los actores que necesitan estar involucrados en la transformación. Partiendo de la premisa de que el líder no suele tener todas las respuestas, significa entender profundamente a los actores participantes, especialmente cuando difieren del propio líder. Saber penetrar en marcos de referencia distintos del propio, manteniendo la perspectiva, y encontrar ahí posibles soluciones que sean necesarias. Requiere una gran flexibilidad de influencia para movernos entre lo asertivo y lo persuasivo.

La Sofía catalizadora en su relación con el Comité iba más allá de buscar su implicación, buscaba hacer una auténtica inteligencia colectiva, dejando espacio para otros liderazgos y creando diálogos genuinos que generen mejores decisiones.

Agilidad creativa

La capacidad para trabajar con retos poco estructurados, sin nada predefinido, buscando en vez de una respuesta correcta un abanico de posibles soluciones. Utilizando el pensamiento crítico y la innovación. Para ello es necesaria una conciencia conectiva que nos permita viajar en ese “triángulo de las Bermudas” o zona de ambigüedad, manteniendo abiertas opciones opuestas que abran nuevos “insights” no conocidos. El juicio de reflexión que nos permita cuestionarnos nuestras creencias subyacentes sobre negocios y personas. Pero también en ese escenario saber cuándo llega el momento de tomar acción decisiva, escalando unas opciones o desechando otras.

La Sofía catalizadora muestra una capacidad para cuestionarse aspectos del negocio, o llegar a encontrar en el caso del director de producción una solución alternativa al mantenimiento o el cese.

Agilidad de autoliderazgo

Siempre hemos dicho que para liderar eficazmente a otros debemos liderarnos primero a nosotros mismos. Esta competencia refleja cómo lo hacemos en un nuevo contexto mucho más complejo e interdependiente.

Incluye tanto el autoconocimiento de nuestras creencias, comportamientos y lo que nos genera emociones, y cómo necesitamos reorientarnos hacia nuevos desarrollos. Y también la motivación de desarrollo, para la cual un aspecto clave de los líderes ágiles es una actitud de auto aceptación que les permite encontrar la fuerza interior para hacer la transformación que necesita.

Por eso la Sofía catalizadora se siente segura para solicitar feedback a su equipo y su motivación de desarrollo integra el sentido de todos y va más allá de su perfil profesional.


Sofía Asensio

Consultora de Liderazgo en Moebius Consulting

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