Si eres usuario de Instagram, Twitter o TikTok, estás apuntado en varios grupos de Whatsapp y tienes cierta afición a ver cosas en Youtube, seguro que más de una vez te has sorprendido al ver como te has pasado más de una hora en un interminable agujero negro de memes, videos virales y chistes más o menos afortunados. Eso es lo que se llama estar atrapado en la economía de la atención, la nueva forma en la que vivimos, interactuamos y consumimos información en este ajetreado siglo XXI que nos ha tocado vivir.
La economía de la atención se basa en la búsqueda desesperada de las empresas por capturar y mantener nuestra atención, el recurso más valioso y limitado de nuestra época. La realidad es que vivimos en un mundo cada vez más conectado y disperso en el que la lucha por nuestra atención es constante.
En este post analizaremos los cuatro grandes principios de la economía de la atención, veremos cómo influyen en nuestra vida cotidiana y cómo las empresas los están utilizando para mantenernos bien “enganchados”.
Principio 1: Generar interés y curiosidad.
El primer gran principio de la economía de la atención es generar interés y curiosidad en los consumidores. Las empresas buscan captar nuestra atención en los pocos segundos que tienen para impresionarnos. Si hay una empresa que sabe hacer bien esto es, sin duda alguna, Netflix.
El gigante del streaming ha revolucionado la forma en que consumimos contenido audiovisual. Con su estrategia de marketing basada en el encadenamiento de episodios por medio de intrigantes avances y el uso de datos para personalizar recomendaciones, Netflix es capaz de capturar nuestra atención y de hacer que nos adentremos en un mundo de irresistibles series y películas. Su enfoque en generar interés conduce a largas horas de reproducción continua, lo que ha llevado a que la frase «¡Un último episodio más!» se haya convertido en una constante en muchos de nuestros hogares.
Principio 2: Mantener la atención constante.
Una vez que las empresas logran capturar nuestra atención, el siguiente paso es mantenerla. Un ejemplo claro de esto es la red social «Instagram«.
Instagram ha creado un entorno altamente adictivo donde las personas se ven inmersas en un continuo flujo de imágenes y vídeos. Con su diseño de desplazamiento infinito, notificaciones estratégicamente programadas y la implementación de algoritmos de inteligencia artificial para mostrar contenido relevante, Instagram logra que sus usuarios pasen largos períodos en la plataforma.
También han introducido funciones como «Historias» y «Reels», que son formatos de contenido efímero que fomentan la interacción continua y la curiosidad ya que los usuarios están constantemente revisando y creando nuevos contenidos para compartir con su audiencia.
Una de las claves del éxito de Instagram a la hora de mantener la atención del usuario es el escaso esfuerzo que requiere pasar a ver una nueva historia. La altísima usabilidad de su scroll vertical hace fácil caer en la trampa de deslizarse por un sinfín de publicaciones perdiendo la noción del tiempo y quedando atrapados en el círculo infinito de la atención.
Principio 3: Fomentar la interacción y la participación.
El tercer principio de la economía de la atención se basa en fomentar la interacción y la participación activa de los consumidores. Una campaña publicitaria real que utilizó este principio fue la campaña «Share a Coke» de Coca-Cola, que se llevó a cabo en varios países.
El objetivo de la campaña era renovar el interés de los consumidores en la marca Coca-Cola, aumentar la participación en redes sociales y fomentar una mayor conexión emocional con los productos de la compañía.
Para ello, Coca-Cola decidió reemplazar su icónico logotipo en las etiquetas de sus botellas por nombres populares y términos cariñosos. Por ejemplo, las botellas llevaban mensajes como «Comparte una Coca-Cola con María» o «Comparte una Coca-Cola con tu alma gemela».
La campaña comenzó con el lanzamiento de carteles publicitarios y anuncios que mostraban las botellas de Coca-Cola con los nombres personalizados. Estas imágenes provocaron intriga y curiosidad en el público.
El siguiente paso fue invitar a los consumidores a buscar botellas con sus propios nombres o los de sus seres queridos. Se alentó a las personas a compartir fotos con las botellas personalizadas en redes sociales utilizando el hashtag #ShareaCoke.
Ante la creciente popularidad de la campaña, Coca-Cola expandió la personalización a otros productos como latas y envases de tamaño más grande. Además, introdujo términos adicionales como «mejor amigo» o «mamá» para abarcar diferentes relaciones y emociones.
La campaña «Share a Coke» de Coca-Cola fue un rotundo éxito. La estrategia de personalización y compartición generó un aumento significativo en la participación de los consumidores en redes sociales. El hashtag #ShareaCoke se convirtió en tendencia mundial y generó millones de publicaciones y menciones en diferentes redes sociales. Las personas compartieron fotos de sus botellas personalizadas, lo que llevó a una mayor visibilidad y a un aumento de la conexión emocional de la marca con sus clientes.
Principio 4: Crear experiencias memorables.
El cuarto principio fundamental de la economía de la atención es la creación de experiencias memorables. Las empresas buscan cautivar a sus clientes ofreciendo momentos inolvidables que perduren en la mente del consumidor. Un ejemplo impactante es Apple.
Apple es conocida por su enfoque en el diseño, la innovación y la experiencia del usuario, lo que ha llevado a la creación de productos y servicios que cautivan y deleitan a sus clientes. Desde el lanzamiento del primer iPhone en 2007, Apple ha revolucionado la industria de la tecnología y ha establecido nuevos estándares para la experiencia del cliente.
Un ejemplo de la creación de experiencias memorables por parte de Apple es su proceso de unboxing. Cuando un cliente adquiere un nuevo producto de Apple, como un iPhone o una Macbook, el empaque y el proceso de abrir la caja son meticulosamente diseñados para generar una sensación de emoción y anticipación. Cada detalle, desde el deslizamiento suave de la tapa hasta la presentación ordenada de los accesorios, está pensado para crear una experiencia memorable y especial.
Además, Apple ha desarrollado una sólida comunidad de seguidores y fans de sus productos. Sus tiendas minoristas, conocidas como Apple Stores, son famosas por su diseño minimalista y acogedor y se han convertido en destinos de peregrinación para los amantes de la marca. En las tiendas los clientes pueden interactuar con los productos, recibir asesoramiento personalizado de expertos y participar en talleres y eventos que promueven el aprendizaje y la creatividad.
Conclusión.
La economía de la atención es un desafío ineludible para todas las empresas. La captura y retención de la atención del cliente se ha vuelto más crítica que nunca para destacar y sobresalir en un mercado cada vez más competitivo y saturado de información.
Da igual que seas un vendedor tratando de conseguir una visita con un cliente potencial, el diseñador de un curso e-learning o incluso el responsable de mantenimiento de una fábrica ya que el éxito de cualquier iniciativa que emprendas va a depender de que consigas unos minutos de atención plena de unos destinatarios de la información que están bombardeados por un flujo continuo de información altamente dispersa y adictiva.
En este competitivo escenario es fundamental que las empresas entiendan y apliquen los principios de la economía de la atención para cautivar a sus clientes y generar experiencias extraordinarias. La creatividad, la innovación y la personalización serán sus aliados para conquistar el corazón y la mente de los consumidores.
Por lo tanto, no nos queda otra que atrevernos a ser disruptivos y pensar más allá de lo convencional. La atención de nuestros clientes es nuestro tesoro más valioso y sólo si somos capaces de gestionarla con sabiduría seremos capaces de conquistar el éxito en esta nueva era de la economía de la experiencia.