Para que un equipo crezca y pueda desarrollarse en un entorno de máxima confianza, hay algo que tiene mucho peso desde el inicio, y no puede ni debe ser obviado; la Responsabilidad Individual de cada uno de los componentes del grupo. En nuestros Equipos de Alto Rendimiento, solamente llegaremos a cumplir los objetivos más ambiciosos cuando todos los ‘jugadores’ sean capaces de responder con su talento y esfuerzo individual en el momento en que la situación lo requiera.´
La anécdota probablemente la conocen, pero ya que el tenis está siendo el deporte del que más se habla estos días, quizá sea bueno refrescarla: contaba Toni Nadal que estaba a cargo de su sobrino y del resto de los jugadores del Club de Tenis Manacor, enfrascados en un torneo contra otro club. Lo llamaron de forma urgente para que acudiera a la pista donde jugaba Rafa, porque algo no iba bien; Rafa estaba pegando a la pelota fatal, había perdido el primer set, y la sensación que daba es que estaba jugando con una raqueta que estaba rota. Efectivamente, su tío se acercó en uno de los descansos, y le hizo saber lo que estaba sucediendo:
- Rafael, ¿No te has dado cuenta de que estás jugando con una raqueta que está rota?
- Eso me había parecido, fue la respuesta del sobrino, pero cómo siempre me dices que no eche la culpa de mis fallos a los demás, pensé que el problema era mío, y no de la raqueta.
Dejando a aquel ‘pobre adolescente’ sufriendo las enseñanzas de su maestro, volvamos al concepto que nos ocupa.
¿Qué entendemos por Responsabilidad Individual en Equipos de Alto Rendimiento?
La Responsabilidad Individual en Equipos de Alto Rendimiento no debemos confundirla con el Individualismo. No podemos acercarnos a este concepto básico de la confianza bajo el prisma del “ande yo caliente…”. La Responsabilidad Individual, cuando tenemos gente alrededor, está absolutamente ligada a una pregunta que debemos hacernos casi cada día; “¿Qué debería hacer hoy, ahora, estos días, para que mis Equipos de Alto Rendimiento mejoren gracias a mi aportación individual? ¿Cómo puedo aportar valor para que consigamos los objetivos que nos hemos marcado?
En este punto, a través de la metodología Building Trust, pretendemos hacer conscientes a todos los participantes de la importancia de nuestro desarrollo individual dentro de un conjunto. Y aquí no hablamos necesariamente de ‘skills’, de competencias, aunque también, hablamos de la maximización del rendimiento personal basada en dos componentes; la capacidad y previamente la actitud. No existe el concepto de “Experto” sin un mínimo de conocimiento –y por mínimo entendemos una capacidad profesional que nos distinga y nos de valor-, asociado a una necesidad de querer participar en los logros colectivos. Es decir, dentro de Building Trust, este concepto tiene una conexión muy directa con dos pilares que ya han sido apuntados en las páginas de este blog; la implicación, entendida como una ‘actitud’, y el uso de las herramientas a nuestra disposición, entendidas como ‘aptitudes’.
Volviendo al uso de imágenes, o de impactos que podamos compartir y que nos dejen recuerdo, la definición de experto, desde el punto de vista de Building Trust, sería;
“Cualquier jugador que pretenda participar en Equipos de Alto Rendimiento, y que quiera generar Confianza, antes de preguntar lo que el grupo puede hacer por él, tiene clarísimo lo que él puede hacer por los demás, y no sólo lo tiene claro, sino que es capaz de comunicarlo para que todos tengan la mejor de las informaciones”.
¿Nos atrevemos a pedir el balón, lo comentamos previamente en el tiempo muerto, transmitimos a los demás la seguridad de que pueden contar con nosotros en las situaciones importantes en las cuales el Equipo dependa de nuestra aportación? ¿Soy –en definitiva- la persona que el equipo necesita para llevar a cabo la presentación comercial que nos hará conseguir el negocio que este año nos ayudará a cumplir el presupuesto? Si las respuestas a estas preguntas son afirmativas, y en algún momento de nuestra carrera profesional lo van a ser, habrá que estar dispuestos a cumplir con esa responsabilidad individual. Pero la reflexión sobre el concepto de Responsabilidad Individual con los compañeros y con nuestros clientes no termina ahí. En Moebius estamos convencidos de que el experto, en los Equipos de Alto Rendimiento, puede –y debe- ir un poco más allá del cumplimiento de su Responsabilidad individual para generar confianza. De algún modo, ese valor añadido que le pedimos apuntaría algunas maneras de liderazgo, aunque no pretendemos (salvo que la jornada tenga un claro sesgo hacia esta competencia) entrar muy a fondo en las responsabilidades o capacidades del líder. Simplemente nos parece necesario reforzar nuestro concepto con algo que no se puede dejar escapar; cuando un profesional está capacitado para cumplir con sus responsabilidades individuales, y cuando éstas son importantes en ciertos momentos para su equipo, debería darse cuenta del valor añadido que podría aportar si fuese capaz de ‘transmitir’ a los demás sus fortalezas, de compartirlas con los compañeros; en una palabra, de ‘enseñar’ a los que le rodean esa aptitud que resulta clave para los objetivos del equipo en algún momento de su desempeño. Liderar, tal y como viene descrito en tantísimos manuales, es un concepto muy complejo, o al menos que requiere un acercamiento mucho más específico con el grupo de trabajo. Pero si al final de la reflexión sobre el concepto de Experto, los asistentes han entendido que no sirve solamente con hacer lo que toca, y hacerlo bien, sino que además debo (tratar de) dejar una ‘impronta’ allí por donde paso, en forma de buenas prácticas, de sentarme con la persona de mi departamento que puede hacer mi labor en mi ausencia; que el puesto de trabajo que estoy ocupando, gracias a mi aptitud y a mi actitud de experto, va a estar a la altura de las circunstancias, entonces estaremos ejerciendo seguro un cierto tipo de liderazgo que en la empresa es probablemente el más valioso; el Liderazgo con el Ejemplo.
Resumiendo, el concepto de Responsabilidad Individual dentro de Building Trust, lo trabajamos sobre las siguientes premisas.
- Para generar confianza, Responsabilidad Individual no es jamás sinónimo de individualismo
- Antes de preguntar que puede hacer el equipo por ti, ofrece tu capacidad al servicio del crecimiento del equipo
- Las ‘Skills’ son importantes en un jugador de equipo, pero la ‘actitud’ (Querer hacer), a veces lo es mucho más
Y te dejamos una reflexión final, que la puedes encontrar en el capítulo 6 del Libro “La Paradoja, una esencia del Liderazgo”, escrito por James C. Hunter
Lo que creamos, lo que pensemos, al final no tiene mayor importancia. Lo único que realmente importa es lo que acabamos haciendo (John Ruskin)
