Thomas Edison, “el mago de Menlo Park”, fue uno de los grandes inventores del mundo moderno.

A la mayoría de nosotros nos vendría bien innovar casi como Edison inventaba. Porque no toda innovación es invención. Hay muchas pequeñas innovaciones que están y son necesarias en nuestras vidas y trabajos.

Saber integrarlas en nuestra forma de actuar en el mundo ágil de principios del XXI es clave del éxito, como era la invención para Edison en la época de finales del XIX y principios del XX.

En Edison se pueden encontrar las claves que aplicaremos tal vez a menor escala, porque pocos como él entendieron la actitud y el método para hacer nacer lo nuevo en su entorno, que él también habría llamado “VUCA”.

Una de las cosas que hicieron a Edison un gran inventor es reducir el riesgo de la innovación. ¿Cómo? Diversificando con un portfolio de iniciativas, algunos de los cuales no tenían éxito y otros sí, compensando largamente a los primeros.

Para Edison el error no era un mal necesario en el proceso creativo, sino un potente estímulo intelectual. Pocos como él aplicaron incansablemente el “failing for success” o “cómo triunfar errando”.  Edison observaba rápido y retiraba aquello que no funcionaba.

“La verdadera medida del éxito es el número de experimentos que pueden hacerse en 24 horas”, dijo en una ocasión. Para encontrar lo que funciona tendremos que encontrar una, varias o muchas variaciones de lo que no funciona. Es probable que no hayamos oído hablar mucho de sus fracasos porque el propio Edison aprendía de ellos y no miraba atrás para lamentarse. Cuando lo recordaba era un “lo pasamos bien con aquello”.

Experimenta rápido, descubre rápido si te has equivocado, corrige rápido. En lo que te has podido equivocar tres veces y encontrar algo nuevo otros no habrán empezado nada… por miedo a equivocarse.

Estos son algunos de los “éxitos” de Edison a lo largo de su vida:

  • El fonógrafo
  • La bombilla incandescente
  • Las pilas
  • El kinetoscopio (precursor del cinematógrafo)
  • La distribución eléctrica…

 

Estos son algunos de sus “fracasos”:

  • Coche eléctricos (se le adelantó Diesel con el motor de explosión)
  • Muñecas parlantes (un juguete que se rompía con facilidad)
  • Máquinas extractoras de hierro (donde perdió una importante inversión)
  • Bolígrafos eléctricos (pesaban mucho y agujereaban el papel)
  • Sistemas electográficos de recuento de votos (que horrorizaron a los senadores)
  • El kinetófono (que combinaba imagen con sonido por auriculares)
  • Y una larga lista

 

De las más de 1.000 patentes registradas, sólo algunas fueron éxitos, la gran mayoría de ellas fueron “aprendizajes” ¿Serían posible los primeros sin los segundos?

¿Tienes miedo a equivocarte? No te preocupes, nunca lo harás tanto como Edison.

ignacio de jorge lkIgnacio de Jorge es Socio Director en Moebius Consulting y responsable de la práctica de Liderazgo.


Moebius Consulting

El equipo de Moebius Consulting.

Ver todos los post del autor