Hace unos meses me vi en la tesitura de buscar trabajo. Estoy segura de que en mayor o menor medida tú también habrás vivido esta experiencia en algún momento. Mientras la vivía me di cuenta de lo importante que es para una empresa no solo cuidar su marca global sino también su employer branding.
Teniendo en cuenta el panorama tan competitivo al que se enfrentan las empresas hoy en día a la hora de atraer talento, veo primordial que todas desarrollen una estrategia de marca de empleador, o “employer branding” para los más millenials. Considero que las empresas deberían poner tantos recursos en la atracción de talento como lo hacen en el momento de atraer a un cliente.
Han existido varios conceptos en estos últimos años para definir el employer branding:
- Como el del Miles and Mangold (2005) “Es el proceso por el cual los empleados interiorizan la imagen de marca deseada y real de su empresa y la proyectan hacia sus clientes y a la propia organización”.
- O el de Ruch (2002) “Es la imagen de la empresa percibida por los ojos de sus asociados (empleados, proveedores y clientes)”.
Pero con el que más de acuerdo estoy es con la definición de Brett Minchinton, experto australiano y uno de los referentes mundiales en la materia: “El Employer Branding es la imagen que refleja la organización como un ‘gran lugar para trabajar’. Se dirige tanto a empleados actuales como al mercado externo (los candidatos activos y pasivos, clientes, proveedores, etc.). El arte y la ciencia de la marca del empleador son la suma de un compendio de iniciativas; atracción, compromiso y retención, destinadas a mejorar la marca como empleador de la compañía”.
Tras analizar esta definición y apoyándome en el libro Empresas que dejan huella: Employer branding en una sociedad conectada (People Matters, 2017), he recopilado los factores que he creído más relevantes para tener una buena imagen como empleador:
- La identidad corporativa: con esto me refiero a los principios ordenadores y el propósito de la organización. Deben de resultar atractivos para poder crear un vínculo emocional con las personas que conforman la empresa y los potenciales empleados.
- Los procesos de gestión de personas: Desde el reclutamiento, la incorporación, el desarrollo…hasta la desvinculación con la entrevista de salida.
- La comunicación interna: es importante que los empleados tengan lugares donde compartir sus ideas y sentimientos, es decir, la información debe poder moverse hacia arriba, hacia abajo y lateralmente.
- La calidad de la estructura directiva y gerencial: el papel de los directivos es fundamental respecto al diseño de estrategias, definición de planes, establecimiento de relaciones, alianzas, etc., pero lo más importante es saber dirigir personas.
- Los soportes de comunicación corporativa: Página web, memoria, información comercial o los mensajes de empleo deben ser cuidados, puesto que son el altavoz para que seas reconocido como buen empleador.
- La capacidad de prescripción en centros formativos vinculados, desarrollando un marketing de reclutamiento que genere experiencias memorables, como la oportunidad de hacer prácticas.
- La difusión de la marca y el manejo adecuado de las redes sociales en el mercado laboral ya que es donde los futuros empleados interactúan con empleados, exempleados y en donde se fraguan opiniones.
Vistos algunos de los factores, vamos a ver cómo puedes desarrollar una estrategia de employer branding en tu empresa. El proceso de construcción se puede dividir en las siguientes fases:
A la primera la llamaremos Fase conceptual. En ella, la tarea principal será el descubrimiento de los atributos de tu empresa como compañía empleadora. Para ello, es necesario comprender cómo eres percibido por tus empleados, tanto actuales como potenciales, así como por otros grupos de interés y candidatos.
La segunda sería la Fase de diseño, en esa deberás analizar tu situación actual y la situación deseada con el objetivo de crear una propuesta de valor que les transmita qué puedes aportarles como empleador y cómo pueden ellos aportar a la organización.
La tercera sería la Fase de integración. En ella debes activar la estrategia planteada y promocionarla. Se trata de comunicar esa propuesta de valor para atraer a los potenciales candidatos e incorporarla como parte de la cultura organizativa.
Y la cuarta y última fase, la de evaluación en la que se realizaría la monitorización. Se basa en evaluar la efectividad de la estrategia que has implementado en la fase de integración e identificar nuevas áreas donde introducir mejoras progresivamente.
Ya sabemos qué es y cómo desarrollar una estrategia de employer branding. Pero ¿qué beneficios me aporta implementar esta estrategia en mi empresa? EN RELACIÓN CON LOS CANDIDATOS
- Un aumento del volumen de candidatos espontáneos a medida que tu marca como empleador se fortalece.
- Una mejora de la calidad de los candidatos: personas que nunca se lo habrían planteado en el pasado empezarán a presentar su candidatura.
- Mayores tasas de oferta-aceptación gracias a la mejora de la imagen.
EN RELACIÓN CON LOS EMPLEADOS
- Mayor motivación de los empleados debido al orgullo percibido de trabajar en tu empresa y a mejores prácticas de gestión.
- Una cultura corporativa más fuerte: mejorando la satisfacción del empleado y su engagement.
EN RELACIÓN CON EL RENDIMIENTO DE LA EMPRESA
- Un aumento de la productividad de los trabajadores ya que los empleados con un nivel alto de engagement tienden a ser más productivos que la media.
- La atracción de trabajadores con mayor talento y la retención de estos, lleva consigo una mejora directamente proporcional en la rentabilidad global de la empresa.
Como conclusión, el Employer Branding es mucho más que una herramienta. Es una estrategia, que, aplicada de forma efectiva, no solo mejora tu imagen y reputación como empleador sino que te permite contratar y retener a los mejores perfiles del mercado. Proporciona una ventaja competitiva en talento y eso puede hacer que los resultados de tu empresa mejoren a todos los niveles.
Tal es su alcance, que la revista Forbes cada año, elabora una lista de las 50 mejores empresas para trabajar a través de las opiniones de los empleados de multitud de compañías.