La tecnología ha cambiado nuestras vidas. Y esta transformación no para. De hecho, se acelera cada vez más. En muy pocos años, tecnologías aún incipientes como la Inteligencia Artificial, la impresión 3D o la conducción autónoma, serán una realidad. Nuestra vida será muy distinta a la que tenemos ahora.
Todos estos cambios tecnológicos, económicos y sociales afectan a todas las empresas y a la relación que estas mantienen con clientes y proveedores.
Por ello, la transformación digital es un fenómeno al que los negocios y las pequeñas empresas no pueden dar la espalda. Y es que ésta presenta algunas amenazas para las pequeñas empresas. Pero, sobre todo, les abre un amplio abanico de oportunidades.
Gracias a Internet, empresas de muy reducido tamaño, pueden competir de tú a tú con grandes corporaciones. Esto es posible gracias al acceso que la red les proporciona a los mercados. El proceso cambia, espacios que antes les estaban vedados y abaratando de forma significativa sus principales procesos de negocios, ahora son sus escenarios. Para comprenderlo vamos a repasar los 5 dominios de la transformación digital:
1. Clientes
Cualquier iniciativa digital tiene que empezar por comprender mejor las necesidades del cliente, ofrecerle un mejor servicio y hacerle la vida más fácil. Amazon está mejorando la vida de los consumidores, que tienen en su casa, en apenas unas horas, productos de un amplísimo catálogo.
Al comercio tradicional que todavía ocupa nuestros barrios no le queda más remedio que subirse al tren del e-commerce. Existen soluciones muy económicas y fáciles de implementar que pueden ayudar a las tiendas de nuestros barrios a ofrecer a sus clientes una experiencia completamente omnicanal, permitiéndoles comprar on line, recibir en casa y devolver en la tienda.
Lo que es seguro es que si las tiendas de barrio se limitan a esperar a que los clientes vengan, irán languideciendo poco a poco hasta cerrar.
2. Competencia
Internet ha reformulado las reglas de la competencia. Ya no competimos solo con empresas de nuestro sector, sino con cualquier servicio que satisface las mismas necesidades. Tampoco competimos solo con empresas de nuestro ámbito geográfico, sino que nuestro mercado pasa a ser el mundo entero. Esto hace que muchas empresas que se encuentran en ciudades de la periferia y tengan acceso a una mano de obra más competitiva, puedan competir en precio con las empresas que están ubicadas en las grandes ciudades
Hablamos de empresas intensivas en mano de obra: gestorías, servicios informáticos o pequeños contact center, que pueden dar un servicio de calidad a precios muy competitivos.
Esta transformación ha llegado a incluso a pequeñas empresas agroalimentarias. El alto coste de la distribución en España es uno de su mayores enemigos, pero gracias a internet ya pueden organizar sus propias plataformas de venta. De este modo, el cliente final recibirá la mercancía sin intermediarios, con la llegada de sus productos mediante empresas de transporte subcontratadas.
3. Valor
La red nos permite redefinir el valor que ofrecemos a nuestros clientes. Existen ahora cientos de posibilidades para diferenciarnos ofreciendo servicios complementarios. Y no es un asunto menor: pueden llegar a ser el elemento clave a la hora de que el cliente tome la decisión de compra.
Por ejemplo, en el caso de una cafetería, ofrecer un buen WiFi al cliente puede ser decisivo a la hora de que el cliente elija el establecimiento. O para un taller de coches, el hecho de tener una buena página web en la que el cliente pueda reservar la hora y conocer el estado de su vehículo puede ser tan importante como la calidad del trabajo en sí mismo.
4. Datos
Los datos son la gasolina de la transformación digital. Gracias a la tecnología, somos capaces de recopilar una enorme cantidad de datos que podemos convertir en información valiosa para conocer a nuestros clientes y mejorar nuestros productos y servicios.
Gracias al comercio electrónico y a las tarjetas de fidelización, las pymes pueden conocer quiénes son sus clientes. Así podrán realizar campañas de micro marketing destinadas a segmentos concretos. O en el caso de la cafetería que vimos antes, gracias al registro del WiFi, la cafetería puede conseguir el correo electrónico de sus clientes y lanzarles comunicaciones con ofertas y promocione.
5. Innovación
Antes de la era digital, la innovación era costosa. Solo un producto muy bien testado podría crecer para competir en el mercado internacional. Gracias a Internet las pequeñas empresas pueden desarrollar un producto mínimo viable y hacer un piloto, destinando los recursos solo a aquellos productos que han conseguido despertar el interés del cliente.
Si bien es cierto que la transformación digital presenta amenazas para muchas pymes, también presenta muchas ventajas. La transformación digital permite a las pequeñas empresas hacer mucho más con menos y acceder a mercados de los que antes estaban excluidas.
La realidad es que las pymes que sean capaces de transformarse digitalmente mejorarán sus resultados. Y las que no lo hagan, tendrán muchas posibilidades de desaparecer.
Si eres un gestor comercial de pymes la gran pregunta que te tienes que hacer es si serás capaz de ayudar a tus clientes a tener éxito en la transformación digital de su negocio. Sin duda ese el mayor valor que como comercial puedes darles en estos momentos.